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Diagnóstico capilar

¿De qué herramientas diagnósticas disponemos en tricología?

Historia y exploración​

La herramienta principal del tricólogo durante la consulta será realizar una adecuada historia clínica. Ver en qué regiones del cuero cabelludo está más afectada la densidad capilar y observar la distribución de la alopecia nos ayudará a realizar un diagnóstico correcto. Además, durante la exploración puede ser necesaria la realización de otras técnicas como la maniobra de Sabouraud o el “tug test”, que pueden aportar más información al diagnóstico.

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Tricoscopia

La tricoscopia es una técnica diagnóstica novedosa y no invasiva imprescindible en la consulta de tricología.

La aplicación de la tricoscopia al diagnóstico capilar ha supuesto una revolución y ha facilitado la detección de enfermedades que antes estaban infradiagnosticadas. Se trata del uso de lentes que magnifican las estructuras capilares y la aplicación de luz polarizada (con la dirección de sus haces filtrados) para poder ver a mayor profundidad lo que está ocurriendo en nuestro pelo. Esta visualización de estructuras profundas, no apreciables a simple vista, muchas veces es suficiente para llegar al diagnóstico y puede ahorrarnos el realizar una biopsia.

Se realiza en la propia consulta, es indolora y no requiere ningún tipo de preparación previa. Se puede realizar con un dermatoscopio manual, o con un sistema digital. Los sistemas digitales nos permiten que el propio paciente pueda ver sus imágenes y comprender mejor su patología. Además, podemos guardar imágenes de consultas previas para poder hacer un adecuado seguimiento comparándolas con las imágenes actuales.

Estudio histológico

Cuando la historia, la exploración y la tricoscopia son insuficientes para llegar a un diagnóstico de certeza, tenemos que recurrir al estudio histológico. Esto quiere decir realizar una pequeña biopsia cilíndrica de 4 milímetros de diámetro en cuero cabelludo que se mandará a analizar al microscopio. Se trata de un procedimiento ambulatorio, mínimamente doloroso (se infiltra anestesia local en el lugar a biopsiar) y sin complicaciones importantes posteriores. Se cierra la biopsia con un punto de sutura y tras unos días se retira el mismo. Posteriormente se recibe el resultado de la biopsia. Es relativamente frecuente que este resultado no nos aporte todos los datos que necesitamos de la enfermedad, ya que la tricología es un campo muy complejo. Por ello, se sumará la información que nos aporta la biopsia a los datos que ya teníamos de la exploración y la tricoscopia para llegar al diagnóstico.